Cumpleaños de la cochi (2)

El sábado pasado nos reunimos para comer la torta por los 10 años de la cochi

Cumpleaños de la cochi

No soy Noboa, Elizalde, Arosemena o Febres-Cordero, pero tampoco Piguave ni Quishpe, tampoco conozco a la comadre Meche.
Vivo en Samborondón, igual que muchos de los colaboradores del Presidente, no en una mansión amurallada, sino en una casa de 150 m2 con un muro de apenas 2 metros de alto, cuyo único objetivo es “dificultar” un poco si es que algún amigo de lo ajeno pretende ingresar.
No cuento con un lago artificial, pero si con una pequeña piscina armable de 3,5 metros de diámetro y menos de un metro de alto, que compré en una juguetería local, por algo más de cien dólares, eso si, mis hijos la disfrutan como si fuera una piscina olímpica.
No me considero pelucón, es más, mi hija me ha hecho conocer varios sectores de mi cabeza con un importante déficit capilar, cada vez mayor.
Tengo unos pocos años menos que el Presidente, no muchos, sin embargo, nunca robé grosellas en los terrenos del cementerio, no por aniñado sino, seguramente, por que mis padres me enseñaron a respetar lo que no es de mi propiedad.
Al Club de la Unión ingresé en una sola ocasión cuando me invitaron al matrimonio de una querida pareja de amigos. Vacaciones en Miami pasé una semana junto con mi esposa, al año de matrimonio (hace 14 años), gracias a que nos regalaron un pasaje producto de un sorteo. Al Pato Donald únicamente lo he visto en las caricaturas igual que la gran mayoría de nosotros. A mis hijos no los he podido llevar a visitar Disneylandia, cuando tenemos oportunidad (y algún deshogo económico) hemos podido visitar varios interesantes lugares dentro del país.
Empecé a trabajar en el año 1982, un par de meses después de graduarme de bachiller, y para mi suerte, en una u otra empresa, estoy por cumplir 25 años trabajando casi ininterrumpidamente, y todavía podría y espero tener unos cuantos más. Mi casa, la de la “muralla de 2 metros”, todavía la debo a un banco, y trabajo de 8 a 10 horas al día para poder pagarla.
He tenido la fortuna de haber podido estudiar, fortuna que no todos los ecuatorianos la han tenido. Gracias a las “limitadas libertades” de nuestro país, he podido trabajar los últimos 25 años.
¿A quien le podría interesar esta “breve sinopsis” de mi vida? Estoy absolutamente seguro que a nadie. Sólo la escribí para tratar de explicar por que me molesta escuchar los “revolucionarios” discursos del Presidente.

Dia de la Madre 2007

Jorgi perdió un diente.

Mordiendo una manzana, Jorgi perdió un diente, como se ve en la foto, el otro diente ya estaba bastante afuera

La fiesta de Andrea